8 de julio de 2010

Cajitas más bien livianas


Y uno se expone. Sabe que eso no está del todo bien según los parámetros de lo correcto, pero no importa. Lo correcto no importa ahora. Ahora importa otra cosa, el disfrute, lo inmediato, lo palpable, lo que no duele en el acto, lo que te inyecta revoluciones. Viste que es lindo? No pensás en las consecuencias, o sí, pero las guardás en una cajita, y a la mierda! Y si sale mal, bueno, qué lástima... otra vez será. Y así, volvés a hacer lo mismo la próxima. Hasta que encuentres algo que te cause placer y culpa al mismo tiempo, y te lo quedes. Porque es una culpa tolerable, porque es un daño que podés aguantar. Igual las cajitas te las quedás por un tiempo, hasta que se vuelven chotas y te molestan y te joden tanto que ya no las podés aguantar. Y así... como cuando estás en pedo, que no sabés ni en qué día estás, ni dónde, ni con quién, ni te acordás de lo que tomaste hace dos minutos, y en el medio de los tires y empujes mentales prometés nunca más volver a tomar tanto, pero a la semana ya estás en pedo de vuelta. Es divertido no? Sí, es divertido. Está bueno de vez en cuando ponerte en pedo y prometer cosas que después no cumplís. Está bueno tirar las cajitas a la mierda por un rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

!!!Adelante!!!
!Lo que quieran!